Lo que creemos
Solo hay un Dios verdadero que es el Rey, Creador y Redentor eterno de todo lo que existe. Él es perfectamente Santo, justo, amoroso y veraz. El se ha revelado como eternamente autoexistente: un ser en tres personas: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo.
La Biblia es inspirada y la única Palabra de Dios infalible y autorizada.
La humanidad fue creada a imagen de Dios para conocerlo y disfrutarlo, pero hemos rechazamos voluntariamente el señorío y la gloria de Dios para lo que fuimos destinados. Debido a esto, la enfermedad, la muerte y el juicio entraron al mundo y ahora la creación experimenta los efectos y las consecuencias del pecado.
El Señor Jesucristo, el único Hijo de Dios, fue concebido por el Espíritu Santo, nacido de la virgen María, y es la Ungida que Dios escogio, facultada por el Espíritu Santo para inaugurar el reino de Dios en la tierra. El fue crucificado por nuestros pecados, murió, fue enterrado, resucitó y ascendió al cielo, y ahora está vivo hoy en la presencia de Dios el Padre y en su pueblo. Él es "Dios verdadero" y "hombre verdadero".
Somos salvos por la gracia de Dios, a través de la fe en la persona y obra de Jesucristo. Cualquiera puede ser restaurado a la comunión con Dios arrepintiéndose, creyendo y recibiendo a Jesús como su Salvador y Señor. El Espíritu Santo, convence, regenera, justifica y nos adopta a medida que entramos en el reino de Dios como sus hijos e hijas.
En el poder santificador del Espíritu Santo, por cuya residencia el cristiano puede vivir santo y ministrar sobrenaturalmente. El bautismo del Espíritu Santo de acuerdo con Hechos 1: 4-8 y 2: 4 se derrama sobre los creyentes para que puedan tener poder para ser testigos.
La victoriosa obra redentora de Cristo en la cruz proporciona libertad del poder del enemigo: pecado, mentiras, enfermedad y tormento.
La Iglesia está compuesta por todos los que ponen su fe en Jesucristo. El dio a su iglesia las ordenanzas del bautismo y la comunión. La Iglesia existe para llevar a cabo el ministerio de Jesucristo y avanzar aún más Su reino deshaciendo las obras del enemigo, predicando y viviendo las buenas nuevas del amor de Dios, y discipulando a las naciones, bautizándolas y enseñándoles a amar y obedecer a Dios.
En el gobierno de Dios cada vez es mayor y en la Bendicion de la Esperanza, que es la gloriosa venida visible de nuestro Señor Jesucristo para su novia vencedora, su iglesia. El cielo y el infierno son lugares reales. Habrá una resurrección de los salvados y los perdidos, uno para la vida eterna y el otro para la muerte eterna.